El torero murciano Rafael Rubio “Rafaelillo” reconoció en el Martes Taurino del Club Taurino de Murcia que su carrera podría tener mejores números “si la espada hubiese entrado”. “Es una asignatura que aún no he aprobado y que tengo que mejorar porque hay tardes y plazas en las que no se puede pinchar si se pretende despegar en esto”, dijo el torero del Barrio del Carmen.
Nuestro compañero José Francisco Bayona compartió charla con el torero murciano, quien hizo balance de la temporada 2011: “Salvo en Priego de Córdoba, Castellón o Beziers, en el resto de plazas ha sido muy duro torear”, confesó el matador. A veces han sido también las circunstancias las que han jugado en contra del torero. En este sentido, “Rafaelillo” recordó la tarde en que tuvo que lidiar en Madrid mientras su hija nacía en Murcia. “Fue una corrida dura porque además el público esperaba cosas de mí porque había triunfado en Sevilla y Castellón. En cambio, vi que era tirarme a una piscina porque a los toros no había por dónde meterles mano”, contó ante el numeroso público congregado en el Museo Taurino.
Por otra parte, “Rafaelillo” señaló Sevilla como una de sus plazas más importantes porque “me motiva y toreo con presión, pero a gusto”. También le motiva su tierra, aunque reconoció que en la Feria de Septiembre pasada “me tocó abrir cartel y además mi corrida fue uno de los dos días después de la Romería, que no son los mejores”.
El diestro murciano se refirió asimismo a su participación en la Feria de Quito, marcada por la prohibición del Gobierno ecuatoriano de no matar a los toros como final de lidia. “Fue una Feria polémica por este motivo y hubo reacciones, como la del sector hostelero, que se vio dañado. Yo aporté mi granito de arena, pero el que tuvo capacidad de movilización allí fue mi padrino Enrique Ponce, que en Quito es un ídolo”, apostilló.