El primer tramo de las ya clásicas Jornadas Taurinas de los EE.UU. resultó ser un enorme éxito con la presencia de Eduardo Dávila Miura en el New York City Taurine Club, como el mejor embajador de la Fiesta. En el primer día, Eduardo ofreció una sesión de toreo de salón en el corazón de Manhattan donde mostró sus grandes dotes como profesor, haciendo que los alumnos neoyorquinos manejaran el capote y la muleta con soltura.
El segundo día en la “Gran Manzana”, antes de comenzar la cena de gala en homenaje al torero sevillano, que estuvo acompañado por su esposa Carmen Escudero, Eduardo Dávila Miura dio una brillante charla sobre su carrera taurina y, sobre todo, una magnífica y apasionada exposición del verdadero significado de la Fiesta.
Después de su visita a Nueva York, viajó el matador sevillano con su esposa a Chicago, donde le esperaban con gran ansiedad los aficionados de aquella ciudad.