Sigue fiel a sus principios del toreo. La elegancia, la clase y la pureza, por encima de todo y ante cualquier tipo de toro, como ha demostrado en Castellón, donde dejó claro que también se puede torear con distinción a toros de Victorino y Cuadri...
Sigue fiel a sus principios del toreo. La elegancia, la clase y la pureza, por encima de todo y ante cualquier tipo de toro, como ha demostrado en Castellón, donde dejó claro que también se puede torear con distinción a toros de Victorino y Cuadri. Así ha sido siempre su toreo, para paladares exquisitos. Después de dieciséis años de alternativa, asegura que todavía le queda mucho por decir. Es ambicioso en lo artístico y admite que no estará en paz consigo mismo hasta que no cuaje un toro en Las Ventas, su plaza, su casa y su próximo compromiso.
“Por la merma de facultades, estoy buscando que el toreo fluya más de dentro sin preocuparme la estética”
“Ha habido momentos en los que he podido ser más de lo que he sido. Pero aún no he dicho mi última palabra”
“Aún mantengo la ilusión. Soy torero de vocación y torearé mientras la afición quiera seguir viéndome”
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