De concepto clásico, valiente por naturaleza y torero por convicción, Sergio Aguilar admite que su momento está tocando a la puerta. Lo dice su instinto, sus sensaciones, esa sensibilidad que guía el rumbo de su carrera, de su presente y de su futuro...
De concepto clásico, valiente por naturaleza y torero por convicción, Sergio Aguilar admite que su momento está tocando a la puerta. Lo dice su instinto, sus sensaciones, esa sensibilidad que guía el rumbo de su carrera, de su presente y de su futuro. En Baeza dejó constancia hace unos días de un toreo rotundo y hondo, de gran calado, síntoma de la madurez y del fondo que se ha labrado como artista y profesional. Este mes de mayo no puede fallar. No debe. La Goyesca del Dos de mayo es su primer examen, una tarde para poner en danza su personalidad y su crédito.
"Tengo sensaciones de rotundidad, entiendo que es el momento de dar ese golpe de autoridad que un torero en mi situación necesita”
“En Las Ventas te quieren pero en cinco minutos te pueden odiar. Es un reto duro pero también una garantía para los toreros”
Lea la entrevista completa en su revista APLAUSOS