San Isidro a modo de un gran trasatlántico del toreo está a punto de fondear en la capital. Castilla dura y puerto de todos los mares del toreo a la vez, he escrito mares no males aunque a veces lo parezca, parquet de la bolsa taurina, aquí se entra en depresión en cuanto se te escantille un pie que diría un castizo, pero también caben las piruetas revalorizadoras más fantásticas y en un ¡ale hop! puedes disparar la cotización. Tan difícil y tan fácil a la vez es la sede del santo labrador.
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