La fecha en que José Tomás va a torear su primera corrida de la temporada es de unos años aquí la más importante del calendario taurino. No digamos en 2011 que reaparecía después de una fuerte cornada de complicada curación. Entonces Valencia se convirtió en la capital del mundo taurino y ahora lo será Badajoz. Es algo así como si el Papa designara cada año una nueva capital de la cristiandad, oficiando una misa en una población distinta que movilizara a todos los cristianos que estuvieran en condiciones personales de viajar al lugar elegido. Si esto conviene o no a la Fiesta, es materia opinable y lo analizaremos después, pero es un hecho y los hechos se definen por si solos. Y la realidad es que, como en aquella célebre película de Robert Mitchum, también con José Tomas llegó el escándalo. Pero un escándalo que beneficia económicamente a las poblaciones en las que torea y moviliza a aficionados y medios de comunicación.
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