La revolera

Lo que se debe se paga

Paco Mora
lunes 27 de agosto de 2012

Eso ha debido de pensar el célebre Matías, presidente de la plaza de toros de Bilbao, porque no se ha hecho rogar para concederle a El Juli la segunda oreja de su primer toro. Ganada a pulso, es cierto...

Eso ha debido de pensar el célebre Matías, presidente de la plaza de toros de Bilbao, porque no se ha hecho rogar para concederle a El Juli la segunda oreja de su primer toro. Ganada a pulso, es cierto, pero también se la ganó el de Velilla de San Antonio en su anterior corrida y se la negó con una insistencia en el error digna de mejor causa. Bien está lo que bien acaba. Al fin y al cabo una mala tarde la tiene cualquiera, y el pasado martes la tuvo el simpático Matías.

La corrida de El Pilar, entipada y de juego diverso. Lo peor fue para Padilla que, pese a su tesón, solo pudo demostrar que es algo más que un torero valiente en algunos pasajes de la lidia de sus dos adversarios que toreó con temple y buen gusto. Con la espada no ha tenido su mejor tarde. El  público le mostró su respeto al de Jerez desde que se colocó en la puerta de cuadrillas.

El Juli está hecho un tejón y con la espada es “demolition man”. La punta de su tizona lleva veneno incorporado y un pomo empujado por un corazón entregado a cara o cruz. En ambos bureles se desenvolvió con una solvencia que no vamos a descubrir aquí y ahora, y además cada día tiene detalles más artísticos e imaginativos. El Juli hizo el toreo fundamental arrastrando la muleta hasta sangrarle los nudillos al contacto con la arena,  e improvisó haciendo de la necesidad virtud. La necesidad anímica que le sale a borbotones cada tarde. Así se han peleado siempre con los imponderables los toreros de verdad. Para torear por las afueras ya están los apoderados, los empresarios y demás participantes en el hecho taurino. Y El Juli parece que se ha dado cuenta de ello y obra en consecuencia. Triunfo grande y feria grande para don Julián López: matador de toros bravos para quien quiera algo de él.

Talavante no ha tenido colaboración en esta “astenagusia” para lograr el triunfo grande. En el último de la tarde de hoy las cosas rodaron mejor pero tampoco alcanzó Alejandro su cumbre. Que la tiene y de muy alto nivel. Sigue pisando terrenos de figurón del toreo. Su concepto como muletero es de una gran calidad, y con el capote hace cosas muy bellas siempre basadas en la quietud y el temple. Talavante camina despacio porque sabe que su meta está lejos, que todavía no ha dado su auténtica dimensión. 

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