Los jóvenes pagan los pecados de los adultos. Esta realidad, es nuestro presente y el futuro próximo. Emigrarán los que puedan. Los que no, verán cómo un banco le quita la casa a quien no puede pagar y los bancos que no pueden pagar reciben dinero de nosotros, los que puede ser que nos quiten la casa antes que se cierre este artículo. Porque nadie es capaz de quitarle el banco a un banco que debe y que enriqueció a elitistas improductivos y a estrafalarios. Pero dejamos que el banco quite la casa a quien no tiene. Una realidad que no miramos porque mirarla nos quita la adormidera inhumana que nos inyectamos en vena para darnos el justificante que dice que somos humanos, no la puedo perder de vista. Porque nos afecta. A todos. Y a toros.
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