Es curioso. La fama de los toreros mediáticos puede ser directamente desproporcional con la que tienen para el aficionado. Cayetano ha decidido parar, descansar o meditar o lo que sea. La afición taurina lo respeta pero no pasa nada porque el tardío torero de dinastía levantó mucha expectación a su llegada, cumplió bien en tardes muy concretas, se le cuidó muchísimo, aun así pagó con sangre su tiempo en la Fiesta, pero se fue diluyendo, perdiendo interés para las grandes citas y su continuidad, o adiós del tiempo que sea, ha conmovido mucho más al mundo rosa y publicitario que al mundo taurino.
Por tanto, Cayetano es dueño de su destino y, como ha dicho Curro Vázquez, no es una retirada sino un hasta luego o hasta cuando convenga. Pero mientras no se conmociona el mundillo taurino el mundillo social-corazón-mediático se acostó esa noche con una noticia de primera. A mí Cayetano me parece un personaje inteligente y estoy seguro de que tiene muchas más posibilidades de futuro que cualquier torero retirado. O sea que le irá bien y volverá cuando quiera.
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