Es un tipo singular. De esos que encajan mejor en las leyendas que en el mercantilismo del día a día. De los que se dan en el toreo y no tengo tan claro que puedan crecer fuera. Aunque se resiste a reconocerlo, seguramente para que le acaben regalando los oídos, se considera torero y artista que es el rango superior de los toreros. Soñador de glorias, convencido de su verdad, insobornable ante las modas, el toreo es lo que mamó y lo que le explicaron desde niño y que no se lo cambien. Cree en el sentimiento, en la magia, en el arte, se atufa cuando le hablas de técnica...
...y rinde culto a la educación taurina, al bien vestir, al detalle, a los mayores… Me pregunto si no estará fuera de época. En realidad, lo suyo, es una forma lírica de entender el toreo y qué quieren que les diga, me gusta, lo echaba de menos después de tanto despacho, de tanto liderazgo, de tanta política y tanto cruce de intereses. Es Curro Díaz, de Linares.
- “Hoy día se torea muy técnico, diría que muy perfecto y eso hace que queden atrás conceptos como la personalidad o el sentimiento o la magia. En la actualidad es imperdonable un enganchón, se torea mucho para el toro y muy poco para ti”
- “A mí me acusaban de muletazo corto cuando tenía la pata para adelante, el mentón en el pecho y me echaba los toros para atrás. Hay muchas cosas que debatir antes de decidir quién tiene la razón. Yo creo que adelantar más o menos la muleta no significa torear mejor o peor, es sólo una cuestión técnica”
- “Los cánones a los que nos acogemos a veces me parecen un cuento chino, la razón la da el público que dice lo que le gusta y lo que no le gusta. La verdad la decide el que paga la entrada, el que se pone en pie cuando acaba una tanda”
- “El miedo nace a la par que tú. Es un mal necesario, vive contigo, es constante, tanto que yo no concibo mi profesión sin miedo. A veces lo superas pero siempre está. Yo los días de corrida cierro las ventanas de la habitación, pongo las temperaturas muy altas... y sigue allí”
- “Yo soy mi partidario y mi detractor más grande a la vez, el más objetivo. Hay días que creo que toreo bien y otros días me parezco un becerrista. Me ataca el perfeccionismo y no paro. Eso es lo que me motiva para buscar la mejora”
Lea la entrevista completa en su Revista APLAUSOS
(Foto: Arjona)
