Se armó la mundial. Esa es la justa dimensión del impacto teniendo en cuenta la trascendencia de Sevilla. Sucedió de un día para otro. No se televisará la Feria dijeron. Y como si hubiesen gritado ¡fuego!. Las cosas están así salvo milagro de última hora. Un desacuerdo económico entre Pagés y Plus saca las cámaras de la Maestranza e incendia el toreo. Al final no hizo falta que el G10 impusiese su creencias. El mercado, poderoso mercado, la estrategia, los números, las inquinas también, nos llevan a negro en términos televisivos en pleno Abril, justo cuando más ilusiona el toreo. Perdemos todos. Los aficionados desde luego. Si al menos sirviese para recuperar estrellas fugadas que ayudasen a revitalizar la feria. ¿Es posible?... me refiero a que alguno de los grandes tomase la senda de vuelta, es solo una pregunta, pero sería una justificación al frenazo televisivo. Ahora toca esperar, a que sea definitivo, a conocer la programación alternativa, a comprobar la repercusión sobre la misma feria…
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