“Estoy muy feliz y satisfecho. Era una tarde muy importante para mí a nivel psicológico al ser una de las primeras del año y por encarar la recta final de la campaña mexicana con un triunfo. Me hacía especial, y fue muy bonito por cómo salí de apretado y por cómo me relajé en cuanto salió el toro. Ese cambio tan drástico lo disfruté mucho, pude abandonarme", así se expresa Alejandro Talavante horas más tarde de su triunfo en la Plaza México donde cuajó una de sus faenas más importantes en esta plaza.
"A mí lo que más me gusta es el toreo, no pretendo ni mucho menos hacer suertes nuevas porque es algo que no me seduce, pero todo lo que sea llevar al toro toreado sí encaja conmigo. Además me gusta darle dinamismo a las faenas, intentar siempre abrochar cada tanda de una forma distinta porque creo que a la gente le puede transmitir más. Con lo que más disfruto es toreando con la mano izquierda. El domingo, en la última tanda, recuerdo que le pegué cinco naturales en los que ya sentí que le iba a cortar las dos orejas si lo acertaba con la espada”, recuerda.
Respecto al brindis a El Juli, confiesa: "Ha sido una semana de mucha inquietud. Todos nos asustamos tremendamente por lo que le pasó, especialmente los que somos amigos de él. Afortunadamente todo salió bien, y la tarde del domingo me acordé mucho de él porque le vi el día del mano a mano con Silveti y me encantó. Me fascinó con un lote que no fue fácil, tuvo una actitud, una entrega y una forma de tirar p´alante increíble. El inicio de faena con la arrucina lo había hablado con él para ver quien lo hacía antes y por eso me acordé mucho de él”.

