Brando Campos tambien paseó un apéndice del extraordinario segundo de Antonio San Román, que lidió una variada, interesante y muy bien presentada novillada.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JAVIER ARROYO
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Serio y bien armado el castaño de Antonio San Román que abrió plaza y feria, le costó desplazarse y humillar en los capotes, defecto que acusó en el último tercio. Tomás Campos realizó una faena inteligente, aprovechando la inercia de un novillo que tuvo mejores inicios que finales. El extremeño puso en valor su buen concepto en un conjunto templado, técnicamente bueno y de notable disposición. La estocada, algo atravesada no hizo efecto y el extremeño se enredó con el descabello, escuchando los tres avisos.
Se desquitó con el cuarto, otro novillo con presencia y cuajo, al que cimentó una labor más que interesante por su poso y fondo. Asentado, sereno y muy tranquilo se mostró el joven de Llerena que toreó con encaje, buena expresión y mano baja al natural a un animal que si bien tuvo nobleza le faltó entregarse en el final del muletazo. Atornilladas las zapatillas. Supo administrar al novillo, dando las pausas y el sitio preciso y todo lo que hizo estuvo presidido por un gran temple. La espada, un punto trasera, hizo que el novillo tardase en doblar. Se pidieron con fuerza las dos orejas, pero el palco, incomprensiblemente, sólo concedió un trofeo.
Noble, con calidad, galope, humillación y recorrido el colorado que hizo segundo. El de Antonio San Román le regaló muchas embestidas a un afanoso Brandon Campos. Faena larga, de muchos muletazos, aunque de más voluntad que gusto y calidad. Frío el mexicano, que mató de buena estocada, y paseó la primera oreja del abono. Faena pulcra al quinto, de muletazos limpios en los que corrió bien la mano frente a un ejemplar no sobrado de casta, deslucido y que acabó viniéndose a menos.
Deslucido y bajo de raza el primero del debutante Pablo Gallego, que no dispuso de ninguna opción para hilvanar faena. Lo mejor de su actuación, la estocada con la que finiquitó a su oponente. El sexto tampoco le ayudó demasiado al madrileño que acusó su bisoñez y su escaso oficio. De nuevo, manejó con contundencia la espada.
Valdemorillo, viernes 8 de febrero de 2013. Novillos de Antonio San Román, muy bien presentados y de juego variado. Destacó el segundo, extraordinario, ovacionado en el arrastre. TOMÁS CAMPOS: Silencio tras tres avisos y oreja tras aviso; BRANDON CAMPOS: Oreja y ovación tras petición; PABLO GALLEGO, que debutará con picadores: Silencio tras aviso y silencio tras leve petición. Entrada: Alrededor de media plaza.
(Foto: Javier Arroyo)
