Quién sabe la respuesta?, ¿cuánto se va a recortar este año del calendario taurino? A mí me asusta. Porque desaparece lo que sobraba; y me temo que se vaya también lo que hace falta. Lo que hace falta para que el tejido de la temporada sea amplio, compacto, generalizado, sin zonas muertas, sin que se desmembrane más allá de lo que sobraba de la época loca de vino y rosas con espinas de la burbuja general y también taurina.