Cada vez salen más forúnculos en el trasero de la Fiesta. Y es que aquí cualquier listillo, cualquier politiquillo que incumple su obligación y su cargo, y que tiene que tapar su ineficacia se inventa un par de banderillas en el culo o en el corazón de la Fiesta. Lo de Utrera es en el culo. Porque es una sinrazón, una paletada, unas ganas de tocar las pelotas y de perder el tiempo a mayor gloria de Disney y demás vendedores de humo ecológico. ¿No tienen nada más serio que hacer? Porque se creen con derecho a suplantar el criterio y la razón de todos los padres y las madres de menores de siete años habitantes de Utrera.