El rejoneador navarro Roberto Armendáriz sufrió en la tarde de ayer una lesión en el campo que le ha impedido torear hoy en Francia y mañana en la localidad extremeña de Moraleja. “Estaba echando una vaca en el campo para probar un potro nuevo; me tropezó el caballo y me golpeó fuerte contra la pared, afectándome al hombro que me rompí hace tres años”, explica el de Noaín.
La lesión le ha afectado al hombro. Le hicieron unas placas y tiene la zona inmovilizada, aunque no le impide “seguir montando en el campo, porque sólo estaré parado unos días” y deja claro “estaré listo para torear en Santander el próximo domingo 21 de julio. Aunque sea me infiltro, pero estaré allí seguro”
A pesar del contratiempo, Armendáriz persiste en su preparación para una temporada que se presume importante y más tras el salto de entidad mostrado el pasado 6 de julio en San Fermín: “Estoy satisfecho de la dimensión que di aunque lo emborroné todo con el rejón de muerte. Se me ha valorado mucho y eso es lo importante aunque no me puedo permitir el lujo de cuajar un toro en una plaza tan importante y pincharlo”.