La página de Manolo Molés

Nada es casualidad

Manolo Molés
domingo 14 de julio de 2013

En Pamplona no hay crisis. Pero es que sucede algo que no se iguala en ninguna otra feria: San Fermín sin toros no podría existir. Y eso nos salva. El maridaje fiesta y toros ha creado una fiesta tan fastuosa que va desde las ocho de la mañana a las once de la noche, desde el encierro al encierrillo. El toro es la columna vertebral de esta explosión festiva. Luego vendrá la tradición, el vino y las viandas y lo que quieran. Pero el toro es básico. Y el encierro prende la mecha, la fiesta del apartado la mantiene, la corrida de la tarde la eleva y cerca de la medianoche llegan a los corrales de Santo Domingo los toros del día siguiente. Tú le quitas los toros a Pamplona y ya puedes traer varietés, ópera, ballets, cantantes de rock o lo que te salga de dónde tengas las meninges de la imaginación. Nada vale. Está basado sobre el toro y hasta a San Fermín le han comprado un capotillo y otorgado la presidencia y prevención celestial de los encierros.

Lea el artículo completo en su Revista APLAUSOS

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando