Amante de la originalidad, inquieto por naturaleza y apasionado por sistema, Simón Casas desgrana los entresijos de una feria que año tras año cautiva por su programación. Un abono distinto por sugerente, el empresario galo no oculta que se trata de un escenario que vive lo que ningún otro en el planeta taurino. Perseverante personalidad. Defiende la libertad creativa como forma de distinción artística y admite que las bases de la tauromaquia se encuentran en no acotar las ideas ni la libertad.
- “Es una pena que en España los reglamentos frenen iniciativas como las que desarrollamos aquí”
