La relación de Albert Camus con España fue muy estrecha, como bien reflejan muchos estudiosos de su figura en varias obras. Con raíces españolas por parte materna, Camus siempre se interesó por nuestro país y estuvo ligado ideológicamente a la República.
Además de la parte política, el filósofo también se impregnó de nuestra cultura y, cómo no, de la tauromaquia. Como testigo ha quedado una grabación casera en la que el escritor hace de torero, paseíllo incluido. Camus, con mejor intención que acierto, “torea” de salón dando capotazos al viento con un pañuelo y remata la faena entrando a matar antes de ser aclamado por el público.
La grabación forma parte del comienzo del documental “Albert Camus: 1913-1960. Una Tragedia de la Felicidad”, un film de Jean Daniel y Jöel Calmettes en el que tratan de analizar el lado más íntimo de uno de los pensadores más importantes e influyentes del siglo XX.
