Los percances son la cara más dura de la Fiesta. El toro no distingue escalafón ni jerarquías. Matadores, novilleros y subalternos han pagado en sus carnes el tributo de sangre, la parte más cruel de la Fiesta. A continuación les relatamos los percances sucedidos durante la temporada hasta el mes de julio. Las cornadas de El Juli y su banderillero, Niño de Leganés, durante la Feria de Abril, y la de Iván Fandiño y el subalterno Valentín Luján en San Isidro, fueron las más graves de este primer tramo.
