Cuando sale el toro, a quedarse quietos, o a correr. Cuando sale el toro, el que ya ha salido y el que tiene que salir, que salga… el toro. Porque quizá sea este el año del test del toro, el que nos va examinar, a todos, pero sobre todo a toreros y ganaderos, sobre el equilibrio razonable que mezcla trapío, bravura, raza y embestidas para torear. Ese equilibrio quizá perdido en los últimos años por las urgencias de una crisis que tocó fondo, que el campo ya casi ha asumido, y que, ahora, debería hacernos exigentes en ese equilibrio.
