"Hasta que no esté con la montera puesta y en el patio de cuadrillas no me lo creeré", señala.
“Aún no me imagino tomando la alternativa y menos en un marco como la Maestranza y un cartel como ese. Si te soy sincero, impresiona un poco”. Son palabras de Javier Jiménez, quien esta tarde tomará la alternativa nada más y nada menos que en la Maestranza y en plena Feria de Abril. El padrino y el testigo serán de auténtico lujo: Enrique Ponce y El Cid. “De momento estoy tranquilo, no han aparecido los nervios", confiesa.
No es extraño las “dudas” que reconoce tener Javier Jiménez sobre su alternativa. Cabe retroceder un año para recordar como ya se especuló con fuerza con su doctorado en la Feria de Abril que finalmente no se concretó. “Al principio todo aquello me molestó -recuerda-, me hice ilusiones que luego… Por eso este año, hasta que no esté con la montera puesta y en el patio de cuadrillas no me lo creeré. Me decepcionó un poco y me vine abajo pero me mentalicé de que tenía que seguir adelante un año más como novillero y estaba convencido de que tenía que dar motivos y hacer méritos para tomarla este año”. ¿Para qué le sirvió todo aquello?, cuestionamos. “Para reflexionar. Lo que ocurrió no es ninguna tragedia pero parece que se va madurando a base de tortazos y caídas. Me hizo ver que la vida no es tan fácil y menos la de un torero”, reconoce.
Ahora le llega su oportunidad. Una ocasión de oro. “Tenemos el deber y la obligación de sacar la feria adelante, tenemos que responder para que se siga confiando en nosotros”, continúa Javier Jiménez. “Se estará muy pendiente de lo que se haga, en muchos carteles hay toreros jóvenes que pisaremos la plaza por primera vez como matadores de toros y gran parte de la responsabilidad caerá en nosotros. Esto es fácil. Nos han dicho claramente: Ahí tenéis vuestra oportunidad, en una Feria de Abril, al comienzo de la temporada… Nos han dado la llave y ahora hay que buscar el cerrojo”.
Volviendo a la tarde de su alternativa, pedimos a Javier Jiménez un deseo para ese día. “Que disfrute mi familia, mis amigos, mi cuadrilla, que están siempre conmigo y ya han pasado mucho, mi apoderado, -en referencia a José Luis Peralta- que sin duda es uno de los pilares y una de las decisiones más acertadas que he tomado en mi carrera. Es un día bonito para mí pero también para ellos. Al fin y al cabo, un torero está metido en una especie de urna, en su mundo, con su preparación y sus preocupaciones, y son los de mi alrededor quienes sufren más que yo”, concluye.
Para la ocasión, Javier Jiménez estrenará vestido, será "un blanco y oro”, adelanta el sevillano, quien ha optado por el clasicismo y la tradición. “No es un color que me llame especialmente la atención pero soy de los que piensa que es bonito seguir tradiciones como el blanco en un día como el de la alternativa”.

