Lunes 5. Novilleros prometedores y espadas poco afiladas
Martes 6. Bohórquez, Hermoso y Galán, éxito rotundo
Miércoles 7. Un solo toro, una sola ovación
Jueves 8. Falló la de Cebada en tarde muy accidentada
Fue buena la corrida de Fuente Ymbro. Con su matices, todos los toros tuvieron la virtud de la toreabilidad, pero con esa pizca de dificultad propia de esta ganadería. Ferrera y Pinar cortaron una oreja, que pudieron ser más. Rubén Pinar pudo haber abierto la puerta grande de no haber fallado con la espada en su primero, que tuvo buen son y al que Pinar también supo entenderle las distancias y los toques. Comenzó con la muleta ayudando al toro, abriéndole caminos, para después torear muy templado y con poder, llevándolo largo. El toro tuvo más recorrido que sus hermanos anteriores. Faena pulcra y notable técnicamente, siempre dejando la muleta adelante y tirando del astado con templanza. La espada no quiso entrar y el de Albacete perdió un posible trofeo por pinchar. El sexto se movió también con buen aire, humillando y con recorrido. Tuvo un fondo que Pinar se le sacó a veces. Rubén fue construyendo un trasteo inteligente, encontrando la distancia justa y buscándole las vueltas. Buena actitud del torero, que logró pasajes que tuvieron mando, siempre con la planta fija en el suelo. Mató de una buena estocada en todo lo alto y esta vez sí le dieron la oreja. OREJA PARA FERRERA Se movió el toro que salió en cuarto lugar, que pesaba la friolera de 675 kilos. Y lo hizo con nobleza. Ferrera estuvo con más reposo, toreando con naturalidad y gustándose en algunos muletazos. Bien por el pitón izquierdo. Ferrera dejó respirar al animal y las últimas tandas tuvieron belleza y desmayo. Buen toro, con duración y nobleza. Lástima que el público, bocadillo en mano, no se enterara. Pero despertó con la estocada a matar o morir, saliendo trompicado del encuentro. Dejó una estocada que necesitó de un descabello certero. Una oreja. Ferrera firmó un emocionante y arriesgado tercio de banderillas a su primero, a la postre, lo mejor de la faena. Ante un toro serio y nada fácil de banderillear, el extremeño dejó dos pares al quiebro y otro muy ajustado por el pitón derecho. Antonio estuvo muy firme, siempre queriendo, pero la faena no caló en los tendidos porque al animal le faltó recorrido en sus embestidas. Oliva Soto acusó los nervios de su presentación en esta plaza. Salió demasiado acelerado ante su primero, un ejemplar con bondad que requirió mayor tacto. Fue un torbellino de ganas, de querer agradar, pero a la labor le faltó reposo. Las tandas del final sí tuvieron más despaciosidad y el torero estuvo más centrado. No estuvo acertado con la espada. Salió en quinto lugar un toro con transmisión, que embestía enrazado y sabiendo lo que se dejaba detrás. No fue fácil, pero sí pidió mando y que se le hicieran bien las cosas. Oliva Soto acusó falta de rodaje, aunque sí puso muchas ganas, queriendo agradar en todo momento. Mató de pinchazo hondo que necesitó de varios golpes de cruceta. Toros de Fuente Ymbro, muy bien presentados, con trapío. Buenos los seis en general, con distintos matices. ANTONIO FERRERA: Silencio y oreja tras aviso; OLIVA SOTO: Silencio en ambos; RUBÉN PINAR: Silencio y oreja. Entrada: Lleno.
Natural de Ferrera al buen toro que le cortó la oreja. (Foto: Mauricio Berho)
