Pamplona le tenía reservada una última sorpresa a Pablo Hermoso de Mendoza. Con todo listo para salir a hombros junto a su hijo Guillermo, un grupo de mariachis hizo acto de presencia en el ruedo de la monumental para interpretar -¡cómo no!- la canción de Vicente Fernández, Sigo siendo el rey, un clásico de esta plaza y un claro homenaje a un país, México, que siente como suyo. El rejoneador navarro compartió el momento junto a su hijo e hizo partícipe también a Roberto Armendáriz. Sus hijas no dudaron en salir al ruedo y una de ellas, con el público coreando la mítica letra, la bailó junto a su padre.
Luego, Pablo tomó el micro y se dirigió al público de su tierra para agradecer tantos años de cariño y respeto, antes de dar una vuelta al ruedo a caballo, esta vez sí, la última, junto a Guillermo. Antes de finalizarla, se paró en un tendido de sombra para brindar con una copa de champán y enfilar la puerta grande montado a lomos de uno de sus equinos repitiendo la imagen de 2002 cuando hizo lo mismo subido a lomos de Cagancho en la que era la despedida del legendario caballo de esta plaza.
Así puso Pablo fin a su carrera en Pamplona. Un inolvidable colofón para una trayectoria irrepetible.
