Morante de la Puebla participó este fin de semana en un tentadero en la finca La Dehesilla de Rosal de la Frontera. En una entrevista concedida a Diario de Sevilla, el torero cigarrero explica cómo se encuentra después de reaparecer hace unos días en Santander tras estar de baja por motivos de salud mental. "Aunque para mí no es nuevo porque llevo sufriéndolo desde que tenía veinte años, en esta ocasión me ha dado más fuerte y aquí vivo con la ilusión de que se vaya. Que se arrincone en algún sitio. Que se esconda ya de una vez".
Morante afirma que torear, ir al campo, prepararse para ponerse delante del toro, es una forma de terapia: "Ya no solo terapia, sino una manera de buscar la forma física para vestirte de luces y recobrar cosas importantes como profesional. Afortunadamente la tarde de Santander se dio bien y eso te da mucho ánimo para seguir".
Sobre la tarde de Santander en la que volvía a hacer el paseíllo dos meses después, dijo: "Sí, me costó mucho. Claro que me costó mucho pero con esfuerzo llega la recompensa. En realidad todas las tardes cuestan. Era una tarde especial porque venía de mucho tiempo sin torear en público. Aunque no había dejado de torear en el campo, sí es verdad que era una tarde de muchas dudas, mucho médico, de una vida como triste. Un muro grande para afrontar un compromiso como ese. Pero mira, hasta ahora nos hemos interpuesto a todos los condicionantes y vamos tirando para adelante".
Este último episodio de problemas de salud lo sitúa Morante hace ya más de un año coincidiendo, paradojas de la vida, a su gran hito como torero: las dos orejas y rabo que cortó en Sevilla en abril de 2023. "Bueno, aquella tarde yo ya no estaba bien. Si me veis con el rabo veréis también que ya hay mucho sufrimiento en mi cara. Fue el inicio de esta recaída. ¿Si pasa factura o no pasa? Yo creo que no. Las circunstancias van dándose, la suerte, el azar, te hacen llegar a ese momento y ya está. En parte también es cierto que desde entonces vengo sufriendo muchísimo, viendo a muchísimos especialistas y esperando a ver si dan con la tecla. Ojalá porque la desesperación a veces es grande y frustrante, esto irá despacio y ojalá den con esa tecla".
En todo este tiempo, Pedro Marques está siendo fundamental. Morante mostró en público el agradecimiento a su apoderado en estos meses tan complejos para él con un sentido brindis en Santander. "Pedro ahora mismo es como si fuera mis pies y mis manos. Lleva todo el control de médicos, él es que habla con ellos muchas veces. Vamos juntos a todas partes y es por supuesto esa persona en la que confías totalmente para que te ayude en estos momentos complicados. Una suerte que ande cerca".