Con la autenticidad por bandera, Miguel Abellán ha impactado en Las Ventas con una faena de una pureza, un compromiso, un valor y una verdad desgarradora. Unanimidad en torno a un torero que ha puesto de acuerdo a todos y que anuncia que no se conforma. Avisa que su reto es consigo mismo y que está dispuesto a cruzar las líneas y navegar por el filo de la navaja cada vez que se vista de luces. Habla con una madurez quizás desconocida hasta ahora en este diestro de Usera. Pero Madrid es mucho Madrid y Miguel Abellán ha escrito una página de oro en el coso de la calle de Alcalá. No rehúye el compromiso y habla como torea: con la verdad por delante.
- “Soy feliz. Me gratifica haber podido reflejar en la plaza de Las Ventas el compromiso con mi profesión, que era algo que me obsesionaba”
- “La faena me dejó vacío. Le tuve que ofrecer hasta mi último aliento al toro porque aquello fue de hacer un esfuerzo sobrehumano”
- “A todos les he convencido, ahí está el reconocimiento. Y de paso he logrado alejar los fantasmas que revoloteaban en torno a mi carrera”
- “He vuelto a la profesión para quedarme y para llegar donde siempre he querido estar que es en las grandes ferias, con las mejores ganaderías y compitiendo con los más grandes toreros. Lo conseguiré cueste lo que cueste”

