La plaza vivió un momento de gran emoción durante la lidia del toro Anárquico, bravo de verdad, al que Miguel Ángel Perera cuajó en una gran faena de muleta. Se lució con el capote en verónicas limpias. Tomó dos varas como bravo. Comenzó por alto y siguió con tres tandas con la derecha de mucho mando por abajo. Ligó con pases de pecho espectaculares. También ligó muletazos con la izquierda, muy mandones, ligados por abajo con remates preciosos. Al final llegaron los circulares invertidos y el toro en cercanías. Toda esta gran faena quedó desgraciada por una estocada algo atravesada y cinco descabellos. Sonaron dos avisos y perdió los trofeos. El toro Anárquico fue premiado con la vuelta al ruedo. Perera se quedó con una ovación.