El sevillano recibió al sexto a portagayola y lances apretados y vibrantes. Apretó mucho y estuvo a punto de derribar a Tito Sandoval. Borja Jiménez quitó por unas bellas chicuelinas. Se le cuidó en la segunda vara al toro. Arreó con fuerzas en banderillas y se le colocaron los palos con dificultad. Borja se hincó de rodillas para comenzar la faena. Se le acostó por los dos pitones con peligro. Lo sacó al centro y lo sometió por la derecha con mando y buena colocación. En la siguiente no acabaron de entenderse toro y torero. Sobre la izquierda hubo valor del diestro por encima de limpieza en los pases, pero había emoción. Tras un cambio por la espalda siguió al natural con muletazos de mucha exposición. Lo mató de un pinchazo y estocada baja.