¿Recuerdas? Si nos quedaban asignaturas en junio dependíamos de septiembre o no pasábamos curso o avanzábamos con una pesada carga de asignaturas pendientes. El examen de septiembre era terrible porque llegaba después de un verano que es tiempo poco proclive para hincar los codos en los libros cuando estás rodeado de todas las tentaciones de la canícula. El examen pendiente de septiembre nos marcaba el futuro. En la Fiesta también y para muchos. Septiembre es tiempo de reafirmación de una gran o buena temporada, pero también puede ser la tabla de salvación o el hundimiento del Titanic.
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