La plaza de toros de Valencia ha acogido esta tarde el primero de los tres festejos del fin de semana que pondrá el punto final a la temporada 2025. Así de tajante suena. A partir del domingo a mediodía, puertas cerradas. Ni un pitón más. El motivo no es otro que las obras que se van a acometer con un plazo de ejecución de ocho meses para la renovación integral de la iluminación del coso. Demasiado tiempo para el proyecto que es, se quejan los aficionados, mientras que los técnicos argumentan que es el necesario para “asegurar la celebración de la próxima Feria de Fallas”. Sea como sea, la conclusión es que no habrá toros ni en julio ni en la creciente feria de octubre.
Antes de que llegue la orfandad taurina, seis representantes de otras tantas escuelas se dieron cita y estuvieron arropadas por un gran ambiente en los tendidos, mayoritariamente joven. Se lidió una novillada de Aida Jovani, de Castellón, que puso en liza un encierro bonito, sin exageraciones, y que desarrolló en su conjunto virtudes y cualidades para mayores logros artísticos. Más de uno de los erales destacados se fue con las orejas al desolladero. La novillada tuvo el denoninador común de la nobleza y la calidad en distintos grados. Primero y segundo las tuvieron en altas dosis, a otros, como el cuarto, el más completo, se le sumó la importancia que siempre da la bravura. Al sexto -hubo otros con más motivos- se le dio la vuelta al ruedo, premio, en este caso, que reconoció más que a este ejemplar, al conjunto.
Entre los espadas, el de casa, Hugo Masià, se llevó el gato al agua. No fue una puerta grande por paisanaje. El novillero de Algemesí se ganó la salida a hombros por actitud y aptitud. Se echó de rodillas, con capote y muleta, banderilleó con facilidad y se templó para aprovechar el buen pitón derecho del eral de Jovani. Al matar con habilidad, paseó las dos orejas.
Del resto de actuantes, cortó una oreja Manuel Díaz, que toreó con compás y fino estilo a la verónica y mató bien. Destacó la entrega del castellonense Bruno Martínez, en una faena de menos a más en la que cobró media docena de volteretas y no se amedrentó ni un ápice. Alfonso Morales plantó cara con firmeza a la exigencia del cuarto y Manolo Martínez y Alejandro García, que se encontró con el novillo más informal, anduvieron dispuestos en faenas desiguales.
Mención especial merecen los progresos de los alumnos de la escuela valenciana, especialmente Bruno Gimeno, atento siempre a sus compañeros en la brega, y Jorge Escamilla, que dio una tarde excelente en banderillas.
Valencia, viernes 9 de mayo de 2025. Erales de Aida Jovani, bien presentados y de buen juego en conjunto. El sexto fue premiado con la vuelta al ruedo. Manolo Martínez (E.T. de Málaga), silencio tras aviso; Bruno Martínez (E.T. de Castellón), silencio tras dos avisos; Manuel Díaz (E.T. de La Algaba), oreja tras aviso; Alfonso Morales (E.T. de Jaén), oreja tras aviso; Alejandro García (E.T. de Guadalajara), silencio tras dos avisos; Hugo Masià (E.T. de Valencia), dos orejas. Entrada: 1.500 espectadores.