Un rotundo y torerísimo Morante de la Puebla escribió este sábado un importante capítulo de su historia taurina en Salamanca y también de esta tierra. Fue gracias a la faena perfecta y única de principio a final que firmó a un magnífico toro de Garcigrande. Entusiasmó a una afición que siguió en pie su faena desde el primer lance, causando un auténtico tsunami de torería, extendido después a la multitudinaria salida en hombros, donde hasta el toro de bronce de Sánchez Calzada temblaba de emoción.
Morante de la Puebla ya brilló en un magnífico saludo a la verónica ante un toro de La Ventana del Puerto inscrito con el nombre de Lucero que abrió la tarde. Replicó Marco Pérez por chicuelinas en su turno de quites. Brindó Morante a la leyenda de El Viti, presente en un palco. La faena de Morante estuvo marcada por la torería, cuajando los mejores momentos sobre la mano diestra. El mal uso del acero le impidió redondear el triunfo.
Con lances a pies juntos recibió Marco Pérez a su primero, Molinito, del hierro de Garcigrande, en su presentación como matador de toros en ruedos españoles. En banderillas fue obligado a saludar Elías Martín tras colocar dos grandes pares. También brindó a El Viti el joven torero una faena que estuvo marcada por su entrega en la que fue capaz de superar las adversidades con un oficio impropio de un torero tan nuevo. Mató mal al hacerle guardia el acero en el primer intento para pinchar después dos veces antes de una estocada.
Tras finalizar la lidia del segundo toro, se anunció por megafonía la interrupción de la corrida durante cinco minutos antes los problemas de acceso de público que aún no había accedido a la plaza. Solventados los problemas y antes del tiempo anunciado, se reinició el festejo.
El tercero fue un toro de Hnos. García Jiménez llamado Discreído, de escasas virtudes frente al que Morante de la Puebla apenas dejó algún destello de su arte antes de abreviar y ser silenciado.
El cuarto, Faldero, de Puerto de San Lorenzo, cuya lidia brindó Marco Pérez a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, tuvo buena presencia y condición. Frente a él, Marco Pérez buscó el toreo de cercanías para tratar de triunfar, arrimándose hasta lograr arrancar los aplausos del respetable en un largo trasteo. De nuevo la espada lo privó de saborear el triunfo. Fue ovacionado después de escuchar un aviso.
ANTOLÓGICA FAENA DE MORANTE
Crisol de torería de Morante en el saludo al quinto, de Garcigrande y llamado Repique, que fue un gran toro. Lo recibió con dos recortes rodilla en tierra, para seguir con lances a una mano y dos verónicas que pararon los relojes y pusieron la plaza en pie. Otro quite lleno de arte y belleza hizo temblar los cimientos de La Glorieta. De hinojos comenzó la faena de muleta en medio de una borrachera de emoción de toda la plaza, para seguir sobre la derecha con muletazos lentísimos y llenos de sentimiento, con un cambio que pedía poetas. Ya todo fue un olé ante ese infinito torrente de torería en un trasteo de tintes históricos. Fue el más bonito de los sueños hecho realidad. Dos orejas y rabo.
Marco Pérez salió a revientacalderas y recibió con siete lances, rodillas en tierra, a Despertador de García Jiménez. Después lo rubricó con un magnífico quite a una mano. Salió a darlo todo y comenzó el trasteo en los medios de hinojos con todo a su favor. Tenía ante él un gran toro y Marco estuvo a la altura, con un entrega total, en busca del triunfo, alargando incluso la faena, hasta el punto que ya el toro no le ayudó a la hora de matar. Pinchó al primer intento, para matar de estocada atravesada en el segundo y descabello. Dos orejas tras aviso.
Salamanca, sábado 14 de junio de 2025. Toros de Puerto de San Lorenzo (1º y 4º), dos de Garcigrande (2º y 5º, Repique, número 47, negro de 520 kilos, nacido el 02/21, premiado con la vuelta al ruedo) y dos de Hermanos García Jiménez (3º y 6º, de noble condición), correctos de presentación y de desigual juego. Los mejores el quinto y el sexto. Morante de la Puebla, ovación con saludos, silencio y dos orejas y rabo; Marco Pérez, silencio, ovación con saludos tras aviso y dos orejas tras aviso. Entrada: Más de tres cuartos de plaza. Sobresaliente: Salvador Ruano. Saludó en banderillas del segundo Elías Martín.