El pasado sábado, 14 de junio, vi por televisión (Canal Sur) la corrida de que se dio en Marbella, con ganado de El Freixo, propiedad de Julián López "El Juli" y en el cartel José María Manzanares, Alejandro Talavante y Fortes. En dicha corrida se indultaron nada más y nada menos que tres toros. Talavante indultó sus dos toros, Manzanares a su segundo y Fortes cortó cuatro orejas. Todos los toros tuvieron posibilidades, o muchas posibilidades, si bien, como es lógico, los indultados fueron los mejores. Incluso al primero, que fue el más flojo, Manzanares le cortó una oreja. Hacía mucho tiempo que no veía un festejo en que tantos animales salieran como salieron los de Marbella.
Es cierto que la presentación de los toros era la esperada en Marbella, y no menos cierto es que el presidente sacó el pañuelo naranja, en el segundo indulto, segundo toro de Manzanares, demasiado pronto, pues apenas había petición, que seguramente hubiese ido creciendo. Pero también es cierto que la corrida salió muy buena, que los indultados cumplieron en el caballo, donde se les exigió poco, que tuvieron casta suficiente pero no excesiva, que fueron muy bravos, aunque alguno hizo intento de rajarse sin llegar a ello, que tuvieron mucha duración y mucha clase en sus embestidas, que tuvieron gran nobleza y obediencia a los toques, es decir, que fueron toros de triunfo sin duda, y que de seis, cinco fueran muy buenos para el torero y uno bueno, es muy infrecuente verlo en una corrida. Por lo tanto tengo que decir y admitir que fue un gran triunfo de El Juli como ganadero, al que invitaron a dar la vuelta al ruedo Manzanares tras su indulto y también Talavante tras su segundo indulto.
Es posible que quienes no vieron la corrida puedan pensar que fue algo poco serio y que eso quita categoría a la Fiesta, pero yo he visto indultos de toros con menos razones que los del sábado en plazas de más categoría que Marbella. La faena que hizo Talavante a su segundo fue antológica por su calidad, por su improvisación y variedad -típica en él-, porque le hizo cosas al toro, como dijo, que parecían irreales. Si la hubiera hecho algún otro, hoy faltarían adjetivos en el diccionario para calificarla.
Me gustaría destacar un dato y es que el presidente concedió, en los tres indultos, las dos orejas y el rabo al torero correspondiente, lo que no me parece correcto, porque el reglamento dice que para conceder las dos orejas y excepcionalmente el rabo, el presidente deberá tener muy en cuenta la petición mayoritaria del público, las condiciones de la res, la buena dirección de la lidia, la faena con capote y muleta y, fundamentalmente, la estocada, pero en el indulto no hay estocada, por lo que creo que nunca, tras un indulto, se debería conceder el rabo.
Recuerdo solo dos novilladas de Fuente Ymbro, una en la Real Maestranza de Sevilla y otra en Algeciras, en que los seis animales salieron tan buenos. En la primera, en Sevilla, José Garrido y Borja Jiménez abrieron la Puerta del Príncipe, y en Algeciras los novilleros no estuvieron tan acertados. Finalmente, decir que no recuerdo otra corrida en que se hayan indultado tres toros, aunque es posible que haya ocurrido antes, y que para mí fue una gran corrida de toros, en la que triunfaron el ganadero y los toreros. Estoy seguro de que los que vieron el festejo se quedaron con ganas de volver la próxima vez.


