Juan de Castilla sufrió una aparatosa cornada el pasado sábado en Bayona (Francia). Muy evidente por la cantidad de sangre que rápidamente brotó de la cornada tiñendo de grana el vestido blanco del colombiano. Dos cornadas graves; una de 25 centímetros en la pierna izquierda con una segunda trayectoria de 10 centímetros y una segunda cornada también de 25 centímetros de trayectoria ascendente, rozando el ano y la femoral.
En la noche del domingo intervino en el programa El Séptimo Toro de Radio Intereconomía, todavía desde la UCI de la clínica Belharra: "Me siento afortunado; pudo ser muy grave. Ha sido extensa, pero no afectó a ningún órgano importante. Era ya el final de faena y el toro tenía muchas complicaciones, quise pegarle un pase de pecho con la rodilla en tierra".
"Sentí el pitón dentro, las piernas acalambradas. En esos momentos no piensas, solo actúas. Me dejé llevar, me enfoqué en seguir adelante por el dolor. Me imagino que hace mucho la mentalización y el entrenamiento con el que uno llega a estos compromisos. El toro había presentado problemas, era ya el momento de coger la espada. En cuanto vi que se echó me fui a la enfermería porque sabía que llevaba una cornada fuerte por el dolor que sentía", relató el delicado momento.
Está anunciado el 13 de septiembre en Dax (Francia) y al día siguiente en Las Ventas en el desafío ganadero entre José Escolar y Rehuelga. "Voy a intentar estar en Dax y en Madrid. Estoy deseando que me den el alta para poder hacer vida normal. Estoy en contacto con mi fisio para empezar la rehabilitación cuanto antes. Mi objetivo es estar en esos dos compromisos tan importantes para mí", afirma Juan de Castilla, que afronta la recuperación con esperanza.
Foto: Phillippe Gil Mir
