Al finalizar el paseíllo, la primera ovación de la tarde fue para César Pacheco, que regresaba a Calasparra tras el gravísimo percance que sufrió en esta misma plaza el pasado año.
Con el primero, Mariscal Ruiz buscó el lucimiento con un ejemplar difícil de lidiar. Faena meritoria de escaso calado entre el público. Media estocada fue suficiente para terminar con la vida del animal. Saludó una ovación. El cuarto fue ovacionado de salida por su extraordinaria presentación. Este ejemplar del ganadero salmantino tuvo movilidad y se desplazó con facilidad durante la lidia. Animal de buena nota. Con la espada se esfumó la oreja para Mariscal Ruiz.
César Pacheco brindó la muerte del primero de su lote a los doctores que le salvaron la vida en esta plaza, Ricardo Robles y Ramón Lirón. El novillero mexicano solventó durante la lidia las dificultades de su oponente, un animal falto de entrega y con cierto peligro. Valor y disposición. Pinchó antes de dejar un feo espadazo. No se vino abajo César Pacheco con el difícil quinto, utrero de cara o cruz. Valor seco del espada azteca sobre el pitón izquierdo, mostrando su compromiso con el respetable. No acertó con los aceros.
Julio Alguiar no lo tuvo fácil con el complicado tercero y no consiguió ligar ni una sola serie completa ante un ejemplar con muchas dificultades. Serio, largo y astifino el sexto, novillo de plaza de primera. Reservón y sin entrega no dio opciones en la muleta. Lo pasó mal el espada peruano en la suerte suprema.
Calasparra (Murcia). Jueves 4 de septiembre de 2025. Novillos de Juan Luis Fraile, bien presentados, serios y de escaso juego a excepción del buen cuarto. Mariscal Ruiz, que sustituía a Gonzalo Capdevila, ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso; César Pacheco, silencio en su lote; y Julio Alguiar, silencio y silencio. Entrada: Más de dos tercios. Al finalizar el paseíllo, el público ovacionó a César Pacheco, que regresaba a Calasparra tras el gravísimo percance que sufrió en esta misma plaza el pasado año. Pacheco brindó la faena del segundo a los doctores Ricardo Robles y Ramón Lirón.
