REPORTAJE

Gabriel Rojas: regenerarse… o regenerarse

José Ignacio Galcerá
sábado 08 de noviembre de 2025
"Soy ganadero para lidiar y estar en las ferias, así que había que probar con el encaste dominante de ahora: la idea es girar la ganadería a domecq", afirma Gabriel Rojas

Si mentamos a Flautino, Curro Romero y Sevilla, a buen seguro que ya saben de qué ganadería se trata. Y si añadimos a Ramillito, José María Manzanares y Málaga o a Tabernero, Finito y Córdoba, ya no queda ninguna duda. Sí, hablamos de Gabriel Rojas, la que fuera ganadería predilecta de las figuras, la divisa que gozó del favor del Faraón de Camas, de quien de un torerísimo desplante precisamente frente a Flautino captado por la cámara de Arjona se hizo la escultura que tiene junto a la Real Maestranza, la divisa que a finales de los años noventa lidió más toros en España durante dos temporadas consecutivas y con la que Gabriel Rojas Fernández, empresario de éxito y hombre relevante de la sociedad sevillana, se hizo ganadero de bravo en los años sesenta del pasado siglo tras eliminar las reses de origen Concha y Sierra de su primera compra para formar su ganadería con la más pura simiente de la sangre núñez que adquirió a la familia Camará.

Foto: Arjona

Hace veinte años, Gabriel Rojas decidió pasarle el testigo a su sobrino del mismo nombre que, ajeno al mundo de la ganadería, se hizo cargo de la misma cuando estaba sumida en una profunda crisis después de alcanzar su punto álgido en los años ochenta y noventa. El actual Gabriel Rojas, colaborador con su tío en los negocios hoteleros familiares, asumió el reto de una ganadería que en ese momento llegó a tener cerca de setecientas vacas cuando apenas contaban con demanda y se dio de bruces con las exigencias de un cambio en el volumen del toro que nada tenía que ver con la fina morfología del encaste núñez que tantos éxitos les había dado. Esa adaptación exprés al nuevo tamaño del toro provocó que se sacara de tipo la ganadería en muy poco tiempo y que acabara escapándose del control. "Aquello no funcionó y mi tío, que confiaba en mí por mi forma de ser y mi formación, me legó la ganadería. Al principio lo hice sin mucho conocimiento, así que me busqué a Gabi Molina, hijo de Javier, que no solo me ayudó -y lo sigue haciendo- sino que me aficionó a este mundo", asegura Gabriel Rojas.

"Soy ganadero para lidiar y estar en las ferias, así que había que probar con el encaste dominante de ahora: la idea es girar la ganadería a domecq"

Repartida en dos fincas, una parte en la Dehesa El Castillo, en el término sevillano de El Castillo de las Guardas, y otra en El Romeral, en Monesterio, donde actualmente solo queda ganado manso, Gabriel Rojas tomó el mando y una drástica pero necesaria decisión: "Entre que la ganadería no iba bien y mis otras ocupaciones, decidí reducir. No podía tener casi setecientas vacas cuando ya no vendíamos como lo hacíamos antes. Dejamos la ganadería en 120 vacas, todas en El Castillo. Nos quedamos con una ganadería muy pequeña, entramos en una endogamia muy fuerte y cuando intenté refrescar la ganadería de puro núñez, no lo encontré. Mi tío había hecho pruebas con algo de domecq que se había mezclado sin ton ni son, y tampoco funcionó".

Más tarde llegaría una segunda decisión clave, en la que se encuentran inmersos, que marcará el futuro de la ganadería. Fruto de la amistad con Ricardo Gallardo y la familia Moya, Gabriel Rojas acudió hace seis años a dos de las ganaderías más bravas del encaste domecq de nuestros días: Fuente Ymbro y El Parralejo. Compró a ambas vacas y sementales, ampliando de este modo la ganadería hasta alcanzar las cien vacas puro núñez y otras cien de puro domecq, con sementales de cada línea. "Yo soy ganadero para lidiar y estar en las ferias, así que había que probar con el encaste dominante en las ferias. Los sementales domecq a las vacas muy buenas de núñez, los echamos. Pero los sementales núñez se los echamos únicamente a las vacas núñez", confiesa.

Foto: Arjona

-Los románticos de su ganadería le dirán que ha cedido a la moda del encaste domecq.

-Si tengo entre manos una ganadería cien por cien núñez pero no hay ganaderías de este encaste que estén en el top en este momento: ¿a dónde voy para evolucionar la mía? Una de las circunstancias de esa transición es que no hay mucho donde acudir. El encaste núñez me gusta mucho pero hay que reconocer que hay ganaderos de domecq que lo están haciendo muy bien y que el toro embiste ahora como en ninguna otra época. Tienes que vender lo que el mercado demanda. La realidad es que Flautino o Ramillito hoy no entrarían en una novillada con caballos en Sevilla. Eso fue un shock para nosotros. Sé que los cambios me van a llevar por un camino largo pero estoy dispuesto a disfrutar del mismo y esperar lo que haga falta hasta que tenga la seguridad de que lo que tengo en casa es realmente bueno. 

Lejos de lo que se pueda pensar, la apuesta por la sangre domecq no es una renuncia al origen núñez de la ganadería. "Para nada", se apresura a contestar Gabriel Rojas. "De hecho, habíamos decidido dejar de tener sementales núñez pero está saliendo tan bueno que ¡cómo vamos a eliminarlo! Los dos mejores novillos de la final de las novilladas en Sevilla eran de sementales domecq con vacas núñez excelentes; y el segundo de Dax, que lo toreó Manuel Quintana, era también de un toro de Ricardo Gallardo con una vaca nuestra. Eso me dice que cuando coges una cosa excelente de domecq y otra excelente de núñez, puedes tener una línea realmente interesante. Pero con cien vacas y cuatro sementales con padres, abuelos e hijos de núñez como tenía, debía ir a buscar fuera y ampliar. No reniego del encaste núñez, si al final la ganadería deriva será con lo mejor de las vacas núñez".

"Cuando mi tío murió, me dejó la ganadería con toda la ilusión del mundo, así que por él y por mí, tiraré para adelante. El proyecto de Gabriel Rojas no se está acabando,  se está reiniciando"

Los resultados en los tentaderos, apunta el ganadero, están siendo ilusionantes, así como las pruebas en la plaza. Este año han lidiado con éxito en Motril en un festejo en el que Cid de María, Javier Zulueta y Carlos Tirado cortaron siete orejas, y también en Guadarrama y una excelente novillada en Pedrajas de San Esteban. De erales, además de Dax y Sevilla, han lidiado en Zufre y en el certamen del Sureste de Madrid. "Aunque lo que vemos es muy bueno, ya puestos vamos a intentar que sea excelente. Es cierto que no estamos lidiando corridas de toros, pero hemos ido a Sevilla, a Madrid en 2023, a Dax... la ganadería no ha desaparecido del mapa y el nombre figura en las mejores plazas, aunque aún no nos atrevemos a dar el paso para lidiar corridas de toros", asegura.

Foto: Arjona

La idea de Gabriel Rojas pasa por crecer y sacar sementales propios, tanto de la línea domecq como núñez, con el objetivo "de ir girando la ganadería al encaste domecq manteniendo una línea núñez para mezclarla. Muchos otros ganaderos han conseguido grandes cosas con esa alquimia, ahí está por ejemplo Cuvillo". En esa búsqueda de raceadores, tras siete años de pruebas, el resultado ha sido desigual: "Por circunstancias no estamos teniendo suerte y nos está costando trabajo sacar sementales propios para confiar al cien por cien en lo que tenemos en casa".

De esa alquimia entre núñez y domecq, Gabriel Rojas explica que sale un toro fino, con las caras adelante, armónico. "Yo estoy viendo solo novillos, no he llegado a dejar ningún cuatreño. En ese sentido estoy contento y esperanzado, si no qué hago yo metido en este lío. Soy muy perfeccionista y siempre tengo la sensación de que me queda mucho por aprender y cada vez parece que sepa menos en lugar de más. Pero poco a poco he conseguido un novillo más adaptado a las exigencias del momento".

"Cogí una ganadería de casi setecientas vacas pero sin demanda. La dejé en ciento veinte. Cayó en una endogamia muy fuerte"

No se marca plazos ni tiene prisa en conseguir su objetivo. "Hace siete años, cuando empecé con el cambio, pensaba llegar a 2025 en otra situación en la que no estoy aún, así que he aprendido a no marcarme plazos. Estoy en el camino pero no quiero por acelerar el cambio, con los costes que tiene y el esfuerzo, paciencia y sacrificio que requiere, dar un paso atrás. Para mí esto es un disfrute, prefiero ir amarrao con novilladas a ciertas plazas y disfrutar que jugármela a una corrida de toros sin saber lo que va a pasar".

En el camino está de recuperar una ganadería histórica y con un pasado glorioso. "Cuando mi tío murió, me dejó la ganadería con toda la ilusión del mundo, así que tanto por mí como por mi tío, tiraré para adelante. El proyecto de Gabriel Rojas no se está acabando, se está reiniciando", concluye.

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