La catedral de Nuestro Señor San Salvador de Jerez de la Frontera ha acogido la misa funeral de Álvaro Domecq Romero, fallecido el martes a los 85 años de edad. Desde las 11:00 horas, familiares, encabezados por sus sobrinos, los también rejoneadores Luis y Antonio Domecq, amigos y vecinos del rejoneador han despedido a un hombre clave para el mundo del toro y del caballo.
Entre las autoridades presentes en la misa funeral han destacado la alcaldesa de Jerez de la Frontera, María José García-Pelayo, el delegado de Turismo y Proyección Turística, Antonio Real, y el delegado de Economía, Francisco Delgado. También estuvo presente la delegada del Gobierno en Cádiz, Mercedes Colombo, y la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Cádiz, Tania Barcelona.
Del mundo del toro se ha podido ver a Curro Romero y su mujer Carmen Tello, Miguel Báez "Litri", El Juli, Juan José Padilla, Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez, Jesulín de Ubrique y Víctor Janeiro, Martín Pareja-Obregón, Santiago Domecq padre e hijo, Borja Prado, Fermín Bohórquez, Diego Ventura, Rui Fernandes, Andrés Caballero..., entre otros.
La muerte de Álvaro Domecq Romero ha dejado un hondo pesar a todos aquellos quienes le conocieron, entre ellos la Casa Real, que envió una corona de flores blancas de parte de las infantas Elena y Cristina, "con todo nuestro cariño", y del rey emérito Juan Carlos I. La relación de Álvaro Domecq con la Casa Real siempre fue cercana, y en este último adiós no han querido dejar de acompañar al ilustre jerezano.
Los prolegómenos de la misa han sido muy emotivos con la presencia de doce caballos de la Real Escuela del Arte Ecuestre, que acompañaron y esperaron en la puerta de la catedral de Jerez de la Frontera al féretro de Álvaro Domecq Romero, fundador de dicha institución. Entre los doce caballos que formaban la comitiva, encabezada por Rafael Olvera, estaba Yute, el último caballo de Álvaro Domecq, en esta ocasión y en señal de máximo respeto, sin jinete a sus lomos.
La misa, oficiada por el sacerdote Luis Piñero, concluyó con la emocionante interpretación de la Salve Rociera por parte de José María Núñez. A la salida del cortejo con el féretro de Álvaro Domecq se produjo el último espontáneo homenaje al ganadero y rejoneador con decenas de personas rompiendo en aplausos el respetuoso silencio.
Foto: Diario de Jerez
