Enrique Ponce ha vuelto a cortar un rabo en Ciudad Real por segundo año consecutivo. Ha sido ante el cuarto ejemplar, un toro que no se dejó torear de capote pero que se vino arriba en la muleta, repitiendo con transmisión. El valenciano lo cuajó de cabo a rabo en una faena en la que primó la elegancia y que estuvo repleta de detalles que llegaron al público. Mató de una gran estocada.Nada ha podido hacer Ponce con su primero, un toro sin brillantez.
Aparicio toreó muy bien a la verónica a su primero, un toro noble pero flojo ante el que dejó alguna pincelada suelta con la muleta. No quiso ver al 5º y tiró por la calle de enmedio.
Apabullante estuvo El Juli con el tercero, un ejemplar con genio y complicado al que le plantó cara con raza y firmeza. Lo gobernó bajando mucho la mano. Con poderío. Cortó una oreja y le pidieron la segunda.
La faena a su segundo tuvo un tono medio e intermitente y el madrileño se fue, sorprendentemente, presto a por los aceros.
Toros de Torreherberos (1º, 2º, 3º y 4º) y Torrehandilla (5º y 6º). 1º, deslucido. 2º, noble pero blandito. 3º difícil, 4º repetidor, 5º complicado y 6º manejable. Enrique Ponce: Silencio y dos orejas y rabo; Julio Aparicio: Ovación con saludos y pitos. El Juli: Oreja con petición de la 2ª y silencio. Entrada: Tres cuartos.
El valenciano, con los máximos trofeos. (Foto: Ernesto Naranjo)
