César Valencia, con dos orejas cortadas al sexto, se ha convertido en el primer triunfador de la Feria del Sol de Mérida. El carabobeño fue silenciado con el flojo pero complicado tercero, pero ante el que cerró plaza, el de mejor condición de la función, desplegó un toreo de profundo mensaje. Dejó la muleta en la cara y exprimió al máximo al bureo en los medios, pulseándole una embestida no fácil y sí exigente en firmeza y entrega. El volapié con el que se fue tras el acero mató de manera fulminante al buen astado.
El otro debutante, Arturo Saldívar, cortó una oreja de su primero. Impactó la serenidad y el desparpajo del mexicano. Solvencia y variedad con la capa, así como una firmeza a prueba de bombas con la muleta, fueron sus credenciales. El temple y en especial la firmeza de plantas, hizo que tras el espadazo ligeramente trasero se le premiara con el corte del merecido trofeo. Con su segundo, mansote y flojo, anduvo más técnico pero lo baja que quedó la espada le impidió sumar un nuevo trofeo. Gustó el garboso quite por lopecinas que ejecutó en los medios.
Leonardo Benítez no estuvo a gusto a lo largo de la tarde. A su primero lo pasó por ambos pitones haciendo gala de su repertorio característico, pero la desrazada condición del astado, llevando siempre la cara por las nubes, sin entregarse, y rajándose ostensiblemente, hizo que su trasteo no calara en el ánimo de los presentes. Tras pinchazo hondo, y estocada caída, se le silenció. Similares fueron los palos por las que transcurrió su labor ante el que hizo quinto, otro mansurrón que protestaba al tomar el engaño. Hubo una meritoria serie diestra y saludó desde el tercio.
Abrió plaza el rejoneador yaracuyano Francisco Javier Rodríguez, quien pechó con un ejemplar de Campolargo manso y aquerenciado desde su misma salida de toriles.
Mérida (Venezuela), viernes 13 de febrero de 2015. Toros de La Consolación (2º, 3º y 4º), Rancho Grande (5º, 6º y 7º) y para rejones de Campolargo (1º), en su conjunto justos de presencia, escurridos de carnes algunos, con el elemento común de la falta de casta y raza, así mismo limitadas fuerzas. Francisco Javier Rodríguez: Silencio tras dos avisos; Leonardo Benítez: Silencio y saludos desde el tercio tras aviso; Arturo Saldívar: Oreja y palmas; César Valencia: Palmas y dos orejas. Entrada: Menos de media plaza (aproximadamente 6.500 personas). En banderillas destacaron Fabián Ramírez y José Antequera; y en la brega Javier Fuentes y Mauro David Pereira.
