Urdiales, que hacía su debut, también perdió el éxito con la espada tras rayar a buen nivel ante el cuarto.
El Cid pudo haber hecho pleno ayer en Medellín y pasear las orejas de los dos toros de su lote pero perdió el triunfo grande con el mal uso de los aceros. El sevillano cuajó a su bravo lote de Santa Bárbara, ganadería que lidió un encierro importante, con trapío y de encastada condición, pero dejó que se esfumara el éxito con la espada. Fueron las suyas dos labores bien prologadas con la capa y que en su núcleo central, con la muleta, contaron con estupendas series diestras y, especialmente, toreando al natural.
Diego Urdiales, que hacía su debut en Medellín, bregó por delante con un astado muy complicado, imposible para el lucimiento, pero se quitó la espina ante el cuarto, un ejemplar con calidad pero justas fuerzas con el que el riojano dejó series por ambos pitones repletas de gusto y torería. Sin embargo, también marró con los aceros y se quedó sin premio tangible.
El colombiano Guerrita Chico no logró acomodarse con el bravo y encastado tercero y ante el sexto, condenado a banderillas negras por su mansa conducta en el tercio de varas, anduvo digno y valiente, haciendo un esfuerzo y siendo aplaudido.
Medellín (Colombia), viernes 13 de febrero. Quinta corrida de la Feria de La Macarena. Toros de Santa Bárbara, bien presentados y de bravo y exigente comportamiento. El sexto, manso en varas, fue condenado a banderillas negras. Diego Urdiales, palmas en su lote; El Cid, saludos en ambos; y Guerrita Chico, silencio y palmas. Entrada: Un tercio de plaza.
