Hablar de Alcurrucén es hacerlo de una de las ganaderías señeras del campo bravo. Abanderada del encaste núñez, al frente de la misma se encuentra la familia Lozano. Eduardo, Pablo y José Luis han llevado a esta divisa a un lugar de privilegio en las ferias. Han conseguido además un equilibrio perfecto entre lo que demandan las figuras y el público. Una ganadería brava, encastada y exigente pero con una embestida enclasada y ese tranco de más que da la simiente de la que procede. Sin duda, una ganadería imprescindible en las ferias.
PEDRAZA DE YELTES: Carácter definido
EL PILAR: Familiarizados con la élite
DANIEL RUIZ: Fieles a la calidad
NÚÑEZ DEL CUVILLO: La reconquista
TORREHANDILLA-TORREHERBEROS: Escalando posiciones
- “El tipo y las hechuras son fundamentales porque son las que marcan la ganadería pero si crías un toro precioso pero luego sale dando bocados, no has hecho nada”
- “Para un ganadero, lidiar una corrida tan importante como la de este año en Bilbao es llegar a la plenitud”
- “A un toro dócil cualquiera le pega pases pero ¡ay amigo! al encastado hay que mandarle y es donde se marcan diferencias”
- “No me gusta lo de torista ni torerista, es muy feo. Hay ganaderías encastadas y otras menos encastadas”
- “La emoción en el toreo debe existir porque si no la hay en esta Fiesta en la que está en juego la vida, mal vamos”
Lea AQUÍ el reportaje completo en su Revista APLAUSOS Nº 1953
(Foto: Javier Arroyo)
