La espina

La cólera del hombre tranquilo

Paco Mora
domingo 01 de marzo de 2015

Cuando comience a apretar el calor y las cigarras a entonar su anestesiante melodía, habrá que esperar al invierno siguiente para hablar de la necesidad de arreglar lo que no se pudo/supo/quiso corregir el invierno pasado ni en todos los anteriores. Y es que no hay espectáculo más providencialista que el de los toros. Y así nos luce el pelo.

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1953

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando