Creo que son diez años ya. Los que Rui Bento lleva al frente de una de las plazas de toros más hermosas del mundo, la de Campo Pequeno, en Lisboa. Le echamos poca cuenta a Portugal. Mediáticamente Las Azores y sus gentes tienen más altavoz que el trabajo y los buenos resultados de otras plazas. Azores es un ejemplo de bendición del pueblo para con el toro, tan lejos de todos, en mitad del océano. De camino a USA. Mucho más cerca, Portugal peninsular, de cuya Tauromaquia no se habla.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1959
