Está viviendo un momento dulce, sin duda, el más bonito de su carrera. Sin embargo hasta llegar aquí Pepe Moral ha tenido que transitar por el desierto durante un largo lustro. Admite haber tenido ganas de echarlo todo por la borda cuando “no me llamaban ni para tentaderos”. Entregado en cuerpo y alma al toro, su historia es pura pasión. Autocrítico y exigente consigo mismo. Habla sin remordimientos. También lo hace con ilusión por el presente. Su paso por Sevilla ha dejado constancia de que estamos ante un torero con mucho por decir. Madrid, su plaza talismán como reconoce, le espera el próximo 8 de mayo. Luego vendrán Pamplona, Dax…
- “Me exijo mucho a mí mismo para las pocas corridas que llevo pero quiero estar al lado de las figuras, competir con ellas y para ello hay que exigirse el máximo”
- “Con el toro de Torrestrella de Sevilla me sobraron ansias y me faltó paciencia. El deseo de triunfar no es malo pero tengo que saber controlarlo”
- “He pasado años complicados, hubo días que me levantaba con ganas de tirarlo todo porque veía que no veía recompensa por ningún lado”
- “Yo no estaba en el banquillo, es que no estaba ni convocado. Por momentos me vi apartado del circuito y del toreo, incluso para hacer tentaderos”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1961
(Foto: Arjona)
