Vive el toreo con una intensidad interior en ocasiones desgarradora. Antonio Ferrera es ahora más que nunca un ser libre, pasional, puro, emocional. Su toreo evoca los elementos más importantes de los mejores lidiadores combinados con una profundidad y una expresión que cautiva por su personalidad. Torero en sazón, en plenitud. Un torero con mensaje. En Sevilla ha cuajado cuatro faenas distintas pero cargadas de argumento y frente a un victorino firmó la que fue la gran obra del abono, por segundo año consecutivo. Desprende torería, emana sensibilidad. Cada vez más y mejor torero. Artista.
- “Lo grandioso del toreo es que lo que como artista plasmes en la plaza seas capaz de trasladarlo al público. Eso sí, sin un toro que tenga un fondo que te permita indagar en sus virtudes y lograr sacárselas, sería imposible conseguir ninguna meta artística”
- “Creo que he conseguido mantener una atención hacia todo cuanto hago por un factor de imprevisibilidad añadido. Mi tauromaquia es muy imprevisible y el público lo ha captado, eso hace que haya comunicación entre el creador y el público”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1964
(Foto: Arjona)
