Escribo cuando todavía faltan doce festejos, miércoles por la mañana antes de que Morante haga en Las Ventas su único paseíllo de este San Isidro. Por tanto se esperan cosas, pasarán cosas, contaremos cosas y ojalá que el sistema taurino tome nota de la realidad de esta feria en Las Ventas. La feria de la rebelión de la segunda fila, de la presencia de las figuras, a excepción de Ponce justo en el año 25 de su carrera cuando anda empeñado en que no nos recreemos en su pasado sino que estemos atentos a su futuro. Porque este torero milagro está convencido de que tiene más porvenir que lo vivido y disfrutado. Es de otra galaxia en cuanto a longevidad. Nada dura nuevo 25 años. Ni la nevera, ni el colchón, ni el coche, ni un montón de cosas. Pero es el único que no está de los grandes en este San Isidro.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1966
