Es el nuevo eslabón de una dinastía arraigada en la historia del toreo. Lo sabe y por eso admite que está obligado a superarse delante del toro y de las miradas de los aficionados. Ha completado una temporada mexicana importante, dando la cara y cuajando faenas de alta nota en plazas como Insurgentes, Aguascalientes, León o Mérida, además de Moroleón, Irapuato o Saltillo. Su país ha consagrado a un nuevo torero, un joven matador con vitola de clasicismo y temple innato. Asegura que España es un objetivo pero no inmediato. Quiere afianzarse al otro lado del charco para venir a Europa a competir con los grandes.
- “Ser Armillita no es sencillo en México. La gente quiere que dé la talla por ser quien soy pero luego sale el toro y no entiende de eso. El toro quiere que le pegues pases y lo cuajes”
- “Quiero venir a España con ambiente. No tengo prisas porque nunca fueron buenas en esta profesión. Desde que tengo uso de razón he tenido únicamente el sueño de ser torero y no voy a parar”
Lea AQUÍ la entrevista completa en su Revista APLAUSOS Nº 1967

