Víctor Barrió protagonizó los momentos más interesantes. (Foto: Javier Arroyo)Pocas opciones tuvo la terna ante el poco juego de los novillos de Pereda a los que les faltó emoción y transmisión. Víctor Barrio dejó lo más destacado de la tarde y saludó una ovación mientras que Castaño y Escribano resultaron silenciados.
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Al que hizo tercero lo recibió Víctor Barrio por tafalleras en los medios. Al centro del ruedo volvió el segoviano para iniciar de rodillas en una faena que fue a menos por la condición del toro. Aun así, Barrio anduvo fácil y con oficio, llevando al animal muy templado en una serie en redondo que fue lo más destacado de su labor. El sexto tampoco dio opciones a Barrio, otro ejemplar al que le faltó clase y recorrido y que completó una novillada que adoleció de transmisión y emoción.
Cristian Escribano lidió en primer lugar un sobrero de Torres Gallego que fue exigente. El novillero anduvo por encima de él cuajando lo mejor de su actuación en dos series con la mano derecha en una labor que no terminó de romper. En su segundo estuvo correcto frente a un ejemplar que en ningún momento humilló, siempre a media altura y al que le faltó chispa.
Damián Castaño puso voluntad y disposición ante un novillo que tuvo muy poca clase y acabó lesionándose en una mano. En ese instante el toro se pegó a tablas y ahí terminó la historia. Con el que hizo quinto, sólo pudo extraerle una serie vibrante sobre la diestra en los inicios de faena. A partír de ahí, el novillo pecó de falta de emoción e impidió el lucimiento.
Madrid, 30 de septiembre. Novillos de José Luis Pereda y Torres Gallego (1º bis), bien presentados aunque descastados y sin emoción en su conjunto. CRISTIAN ESCRIBANO: Silencio tras aviso y silencio; DAMIÁN CASTAÑO: Silencio en ambos; VÍCTOR BARRIO: Ovación con saludos y silencio tras dos avisos. Entrada: Tres cuartos.
