En Francia le han abierto las puertas de par en par y es más allá de los Pirineos donde ha encontrado la recompensa a sus actuaciones. Viene de cortar una oreja a una encastada corrida de Cebada Gago en Mont de Marsan y antes dejó su impronta en plazas como Vic Fezensac y Ceret. Torero de buen corte, está sabiendo imponer su capacidad frente a las ganaderías más exigentes de la actualidad.
- “Cuanto más exigente sea la ganadería que toreas, con mayor pureza, firmeza y sutileza tienes que hacer el toreo; y te obliga a tener el oficio muy bien aprendido”
EN LA CALLE: "Mi mayor defecto es que soy perfecto"
- “De no haber sido torero, hubiera hecho algo relacionado con alguna profesión de riesgo, que me exigiera entrega y esfuerzo”
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