Buena corrida de Salvador Domecq con la que Juan José Padilla logró un trofeo y el palco le negó otro.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ARJONA FESTEJO
Fotos: ARJONA
Abrió plaza un toro bueno de Salvador Domecq, con boyantía y transmisión en su embestida. El jerezano, que puso hasta tres pares de banderillas -el último al violín-, instrumentó una labor sólida que tuvo los mejores pasajes en dos series al natural de buen trazo, mano baja y templanza frente a un animal que acometió con calidad. Aunque se pidió la oreja para Padilla, el jerezano fue silenciado. Encastado y humillador fue el cuarto, un toro que metió riñones en su encuentro con el picador. Antes, Padilla lo recibió a revientacalderas con largas de rodillas. Galleó por chicuelinas y quitó por falores. Fácil con los rehiletes, la primera parte de su faena estuvo presidida por la templanza. Se arrancaron desde el tendido a cantarle al jerezano por fandangos, que girmó una segunda parte de trasteo en la corta distancia con mucho valor, firmeza y seguridad. Faena intensa en el ruedo y en los tendidos. Mató de una buena estocada que dio paso a una fuerte petición de las dos orejas que el palco dejó en una. La vuelta al ruedo fue clamorosa y la bronca a la presidencia, monumental.
Al segundo le faltó fondo y empuje. Francisco Rivera "Paquirri" se lo llevó a los medios para dejar una faena discreta y sin mayor relieve frente a un animal venido a menos. El quinto, soso y sin transmisión, terminó por rajarse y buscar las tablas pese a los intentos de Paquirri por hilvanar faena. No hubo acople tampoco entre toro y torero, que fue silenciado.
El Fandi sorteó por delante un toro con virtudes de Salvador Domecq: encastado y humillador, acometió con transmisión primero al capote del granadino que le dio tres largas cambiadas de salida y un posterior quite por chicuelinas ligado con talaveranas. Sensacional en banderillas, hizo una demostración de fondo y facultades. De hinojos prologó una faena que tuvo la medida justa y en la que firmó muletazos de mucha profundidad y largura sobre la mano derecha. Mató de un pinchazo hondo y un descabello y paseó una oreja.
Rodillas en tierra recibió también al que cerró plaza, un toro al que le cuajó un portentoso tercio de banderillas. Repitió con nobleza el de Salvador Domecq y El Fandi, decidido, firmó una faena llena de entrega y entusiasmo. Decidido, fácil y solvente el granadino, que exprimió a su oponente. Mató de un estoconazo sin puntilla que le valió para cortar su segunda oreja de la noche y abrir la puerta grande.
El Puerto de Santa María, sábado 8 de agosto de 2015. Toros de Salvador Domecq, muy bien presentados, de variado juego. Nobles, con calidad y humillación primero, tercero y cuarto. Desfondado y a menos el segundo; soso, terminó rajado el quinto. Con movilidad el sexto. Juan José Padilla, silencio tras petición y oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al palco; Paquirri, leves palmas y silencio; El Fandi, oreja y oreja. Entrada: Dos tercios.
