La noticia del verano ha sido la reapertura de Illumbe. Una gozada por mucho que los de siempre la hayan querido desvirtuar. Illumbe abierta a los toros es un símbolo de lo que se puede hacer con trabajo y planeamiento. El gran estímulo para los que quieran sumarse a la tarea protaurina. El primer trofeo de esta guerra a la que nos han empujado. Un respiro, aliento renovado, moral para seguir creyendo. El siguiente, la otra gran noticia del año taurino, dicen que llegará pronto, en septiembre o así, la traerá el Constitucional que anunciará a los cuatro vientos que los toros no están prohibidos en Cataluña, ni en ninguna otra parte del territorio español. Otra cosa es que se vuelvan a dar toros de inmediato, que la administración autonómica o la local o quienes sean que todos sabemos quiénes pueden ser, no le vayan a poner palos en las ruedas, le hagan mobbing o nos corten la luz, pero legalmente podrán darse toros, que no es poco. Hasta ese momento nos tenemos que consolar con el éxito de San Sebastián, que también tiene rango de hito. Allí ha habido buen toreo y mucha gente en la plaza y en la hostelería, reconocido por la propia hostelería. Más de lo que hubiese sido lógico con tanta presión contraria o después de tanto tiempo fuera del circuito. Y además, por fin, nos ha permitido ganar cuota de pantalla. Un éxito que han querido sabotear con las mismas malas artes con las que consiguieron el persianazo de 2013. Sólo que esta vez pincharon en hueso.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1977
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1977 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1977 para Android
